De la planta
a la taza
Compramos solo café crudo, siempre del año actual. Conocemos a los cultivadores, vemos como trabajan. Esto nos sirve para entender cómo tratar mejor la materia prima. Cuando se selecciona manualmente el café se quitan las drupas imperfectas: una puede comprometer toda la partida. En los productos industriales estos defectos (bayas no maduras o demasiado maduras) se eliminan con un tueste muy oscuro. Sin embargo, de este modo se destruyen también las cualidades del café.
Nosotros estamos fuera de las dinámicas industriales.
Llegamos a pedir incluso un solo saco de café, cuando la manipulación estándar se calcula en contenedores.
Ética y calidad
Afortunadamente para nosotros en los últimos veinte años se ha desarrollado una sensibilidad diferente con respecto a la agricultura sostenible, esta atención ha salvado a los pequeños cultivadores que desde siempre nos han abastecido. Apostar por ellos ha sido una elección ambiciosa.
Desde hace algunos años estamos especialmente atentos a los productos certificados Rainforest Alliance y hemos podido apreciar la seriedad con la que trabaja a nivel internacional esta organización sin ánimo de lucro. Compartimos la misión, que es proteger la biodiversidad en los cultivos, además de mejorar la calidad de vida de las familias de los agricultores.
No se habla de trucos comerciales: Rainforest Alliance es una operación concreta. Comprueba constantemente la eficacia de sus inversiones en el territorio, siempre dirigidas a la comunidad. Es lo biológico y el comercio justo juntos. Es todo esto junto, organizado. Las pegatinas bio no nos sirven porque para nuestros cultivadores trabajar respetando la biodiversidad no es una excepción, es el único método que conocen.
Las certificaciones no deben poner en segundo plano lo que nos mueve: nuestra primera garantía es y sigue siendo la calidad.